Cómo conseguir buenos cantores I |
Miguel Angel
Martín Espada
Presidente C.T.C. Zaragoza
Antes de empezar,
creo preciso aclarar que ni pretendo soltaros una tediosa clase magistral, ni,
por tanto, sentar cátedra. Voy a exponer un conjunto de ideas tan válido como
cualquier otro, su mayor o menor acierto lo podréis comprobar vosotros en la práctica;
aunque también quiero dejar constancia de que son fruto del trabajo en equipo
que llevamos a cabo los criadores que conformamos el Club Timbrado Ciudad de
Zaragoza, puesto que nuestro principal objetivo, lejos de los de ganar premios o
vender canarios, es contribuir, en la medida de nuestras modestas posibilidades,
a la mejora de la raza y a la formación técnica y práctica de los
canaricultores timbradistas.
También quiero pedir excusas de antemano a aquellos que educáis a vuestros
canarios con maestros adultos, ya que lo que aquí se diga, muy probablemente,
no os vaya a servir de mucha ayuda; puesto que se trata de conclusiones
obtenidas por criadores que no sólo no practicamos la enseñanza con maestros
sino que la consideramos totalmente contraproducente para la mejora genética de
la raza.
Lo que pretendemos, por encima de todo, es mejorar el acervo genético de
nuestros canarios para que, sin la referencia de patrones determinados por el
canto de canarios adultos (maestros; voluntarios o involuntarios), sean capaces
de emitir canciones que nos satisfagan, con independencia del tipo de giros que
más nos guste; puesto que nuestros gustos musicales particulares determinarán
los objetivos a cumplir (el tipo de canto que queremos que nuestros canarios
emitan) y los métodos de selección necesarios para su realización.
De todos es de sobra conocido que en el canto de los pájaros confluyen y se
complementan lo innato y lo adquirido, si bien la proporción dependerá de cada
especie, habiendo casos en los que el canto se basará principalmente en el patrón
innato y casos en los que se basará principalmente en lo adquirido o aprendido
de los ejemplares adultos.
En el caso del canario en general y del Timbrado en particular, podemos decir
que, aún a pesar de que en su canto puede haber una parte innata y otra
adquirida, la increíble capacidad innata que posee hace, al contrario de lo que
ocurre con otras especies, que no sea precisa la educación con ejemplares
adultos para conseguir un canto rico y variado. Los criadores que utilizan
maestros, al seleccionar a los ejemplares que mejor han asimilado la lección,
desarrollan la capacidad de aprendizaje e imitación o copia de sus canarios.
Por el contrario, lo que nosotros pretendemos es el desarrollo de la parte
innata del canto, a través de la selección de aquellos ejemplares que
demuestran mayores aptitudes canoras sin referentes adultos, lo que,
personalmente, opino contribuye en mayor medida a la evolución y mejora genética
de la raza; prefiero un ejemplar de repertorio musical aunque poco variado que
otro de repertorio muy variado pero educado con maestros; al menos en el primer
ejemplar tengo una referencia del tipo de canto que pueden heredar sus hijos,
mientras que en el segundo caso sólo sé que tengo un buen aprendiz, cuyos
hijos pueden heredar la facultad del padre para copiar, de forma más o menos
correcta, el canto del maestro.
Pero, en el segundo caso ¿qué ocurre si no tenemos un maestro adecuado? ¿Qué
podemos esperar del patrón innato de canto de unos ejemplares seleccionados,
generación tras generación, en base a su capacidad de copia? Cada cual que
llegue a sus propias conclusiones, sólo os llamo la atención sobre lo que
ocurre con los criadores de Malinois, puesto que, al contrario de lo que ocurre
con el Roller o con el Timbrado, es muy difícil obtener sin maestros el
repertorio necesario para tener, al menos, posibilidades de éxito en los
concursos.
Llegados a este
punto, debemos hacer referencia ya a las dos premisas fundamentales de las que
partiremos en la difícil tarea de conseguir buenos cantores:
1º) Nuestro
objetivo es la consecución de canarios que, dentro de los parámetros marcados
por el estándar de la raza y mediante una buena y melodiosa voz, sean capaces de
desglosar, con buena dicción y total maestría musical, puesta de manifiesto a
través del pleno dominio de sus facultades vocales y amplio registro tonal, una
serie o series de vocalizaciones lo más ricas y variadas que sea posible, atendiendo
a sus limitaciones orgánicas y fisiológicas, y sin anteponer nunca la cantidad
a la calidad.
2º) Lo que el
canario hereda es la predisposición innata para realizar una serie
indeterminada, pero determinable, de variaciones que se irán plasmando en una melodía
a través de un periodo de repaso, marcado por la morfología, más o menos idónea,
del ejemplar y por los factores que han rodeado al mismo durante el proceso de
maduración. Teniendo en cuenta esto, corresponderá al criador definir sus
objetivos concretos y los métodos que crea más adecuados para su consecución.
Así, y a modo de ejemplo, partiendo del objetivo genérico definido en la
primera premisa, podremos decantarnos, según nuestros gustos musicales y dentro
de las posibilidades que nos permite la amplitud del estándar, por criar
ejemplares de canto completo, en el sentido de que emitan cuantos más giros de
los que conforman la planilla de enjuiciamiento mejor (no confundir canto
completo con canto variado); o bien criar ejemplares en cuyo canto primen,
cuantitativa y cualitativamente, las notas de ritmo no continuo y, por tanto,
que concentren su repertorio en las casillas de mayor valor musical y puntuación
de la planilla. Teniendo en cuenta la planilla de enjuiciamiento del Timbrado
Español y que la puntuación máxima es de 100 puntos, imaginemos cuál podría
ser el canario ideal para tres criadores diferentes: A, B y C.
Supongamos que a
A, que es madrileño, le gustaría tener ejemplares de canto completo, que a C,
que es de Zaragoza, le gustaría tener ejemplares que basaran su canto en los
variaciones de ritmo no continuo y que a B, que es andaluz, le gusta un tipo de canto
intermedio pero con predominio de los giros de ritmo no continuo:
PLANILLA DE ENJUICIAMIENTO |
A |
B |
C |
Timbres ................................(9) |
5 |
3 |
|
Variaciones Rodadas ...........(18) |
9 |
4 |
|
Timbre de Agua .....................(9) |
5 |
3 |
|
Cascabel ..............................(9) |
4 |
|
|
Floreos ...............................(27) |
16 |
20 |
23 |
Floreos Lentos .....................(27) |
17 |
22 |
25 |
Campana ..............................(9) |
3 |
|
|
Cloqueos .............................(18) |
12 |
14 |
15 |
Castañuelas ..........................(9) |
4 |
|
|
Variaciones Conjuntas ..........(27) |
16 |
20 |
23 |
Agua Lenta ..........................(18) |
3 |
6 |
7 |
Agua Semiligada ....................(9) |
3 |
5 |
4 |
Impresión ..............................(3) |
3 |
3 |
3 |
TOTAL |
100 |
100 |
100 |
A, B y C tienen
como objetivo la consecución de un tipo de canario de canto Timbrado Español
acorde tanto con sus preferencias personales como con el estándar de la raza; a
pesar de las notables diferencias que encontramos en sus planillas ideales, las
tres visiones de la raza son igualmente válidas. La visión de B es actualmente
la mayoritaria entre los criadores de Timbrado de F.O.C.D.E., tal y como se
desprende del tipo de canario que prima en los concursos, aunque he de reconocer
que los criadores del C.T.C.Z. nos identificamos en mayor medida con C.
Por otra parte,
las visiones de B y C son, en cierta manera y como se demuestra en la práctica
de nuestros criaderos, compatibles; ya que B, seleccionando para la mejora de
los ritmos no continuos, puede llegar a obtener ejemplares del gusto de C
y, este último, en el momento que alguno de sus ejemplares emita giros de ritmo
continuo, tendrá canarios que se acercan a los gustos de B. En resumen y con
independencia de su planilla ideal, tanto B como C, para cumplir sus objetivos,
seleccionarán sus canarios sobre la base de la mejora cualitativa y
cuantitativa de las variaciones de ritmo no continuo. Cosa distinta ocurre con
A, ya que la experiencia demuestra que, sin la enseñanza con maestros, de forma
innata un canario difícilmente alcanza a emitir todo el repertorio contenido en
el estándar (patrón de canto artificial ideado por el hombre), al menos de forma
medianamente correcta.; dada la incompatibilidad, empíricamente comprobable
escuchando las canciones de nuestros canarios, entre el dominio en los giros
ritmo continuo y el dominio en los de ritmo discontinuo. Podemos
comparar la presencia de los distintos ritmos de emisión en el canto de
nuestros canarios con una balanza, en la que, siendo el fiel de la misma los
giros de ritmo semicontinuo, los de ritmo continuo están en un plato y
los de ritmo discontinuo en el otro.
Esto conlleva que
si la balanza se inclina del lado de los giros de ritmo continuo el peso en la
canción de los de ritmo discontinuo disminuye y viceversa.
El equilibrio
resulta muy difícil de conseguir, incluso en el caso de que eduquemos a
nuestros canarios con maestros. Si a esto añadimos la exigencia de que el
canario emita en su canto giros representativos de todos y cada uno -o del mayor
número posible- de los marcados en ese patrón de canto artificial ideado por
el hombre que hemos dicho que es la planilla de enjuiciamiento la tarea se
complica sobremanera.
De ahí que muchos
prefiramos la calidad a la cantidad en lo referente al número de casillas de la
planilla cubiertas, puesto que es preferible centrarnos en el cultivo de un
determinado tipo de notas y conseguir que nuestros ejemplares
emitan, basándose en los mismos, un canto rico, variado y de calidad, que no
tratar de tocar todos los palos sin destacar en ninguno (como dice un conocido
refrán: el que mucho abarca poco aprieta).
La máxima expresión de lo dicho se alcanza en el canario Roller, cuyo canto
moderno fue seleccionado por los alemanes sobre la base de la especialización y
el dominio en los ritmos continuos, constituyendo éstos la base de la
canción de todos los ejemplares de la raza; y, ciertamente, son las bellas,
delicadas e inigualables, desde el punto de vista musical, modulaciones que
imprime a sus rulos lo que más llama la atención al oyente (y quizás lo que
algunos de los padres de nuestra raza nacional de canto quisieron imitar en el
Timbrado cuando en los primeros Códigos, y tal como se lee todavía hoy en el
de F.O.E., se decía que los timbres de ritmo continuo eran la base del canto
Timbrado Español y los que conferían personalidad a la raza [quizás por ese
motivo se denegó el reconocimiento internacional en 1956, cuando se consideró,
por parte de la comisión de expertos internacionales que la examinaron, que se
trataba del producto no depurado de cruces con Roller].
La especialización
en el Roller ha llevado aparejada la reducción al mínimo de su repertorio según
planilla (al menos en la línea hueca clásica)(1).
Como ya he
apuntado, partiendo de su canto ideal, cada uno de nuestros criadores tratará
de trazar los métodos que lo lleven a la consecución de su meta o, al menos, a
la obtención de ejemplares que emitan un canto lo más próximo posible al
modelo perseguido. Para ello, y dando por supuesto que el lugar (o lugares) en
que vamos a tener a nuestros canarios reúne todos los requisitos(2), es
imprescindible:
1º) Hacer una
cuidadosa selección de reproductores, en atención a los caracteres que
queremos que primen en nuestros canarios.
2º) Elaboración
de los cruces, de acuerdo con la selección de reproductores efectuada y con el
objetivo de potenciar en la descendencia los caracteres que deseamos.
3º) Extremar las
atenciones y cuidados a nuestros canarios antes, durante y después de la cría,
para que disfruten de un estado de salud perfecto y podamos sacar el máximo
partido de los mismos en cada una de las fases de su ciclo vital.
4º) Favorecer
unas condiciones ambientales propicias para el desarrollo canoro de los jóvenes,
evitando, especialmente, que puedan escuchar a ejemplares adultos de los que
copiar. En el terreno práctico, el trabajo de todo criador de canarios de canto
puede ser concebido como un ciclo que consta de las siguientes fases:
1ª) Selección
de reproductores.
2ª) Elaboración de cruces y cría.
3ª) Voladero.
4ª) Separación en jaulas individuales y maduración del canto.
5ª) Entrenamiento y Concursos... y vuelta a empezar Cada una de las fases
condiciona y marca las siguientes, por ello es de suma importancia no
descuidarse en ninguna y tratar de conseguir los mejores resultados posibles en
todas y cada una de ellas. En cada fase hay unos objetivos que cumplir, si
fallamos en una estamos irremediablemente condenados al fracaso.
Veamos brevemente
cada una de estas fases.
Notas:
(1) Un Roller de línea hueca, según los tratadistas clásicos, puede
alcanzar la puntuación máxima de la raza concentrando su repertorio en las
casillas de la planilla destinadas a las cuatro notas fundamentales de la línea: Hohlrollen, Knorren, Hohlklingel y Pfeifen (de ritmo continuo las dos primeras, semicontinua
la segunda y discontinuo la última).
(2) Lo ideal sería disponer de varios lugares donde poder tener los pájaros,
pero hoy en día el espacio no sobra y tenemos que adaptarnos a lo que tengamos.
Como mínimo tendremos un lugar para los adultos, una vez terminada la cría, y
otro para los jóvenes. Centrándonos en los requisitos que debe reunir el lugar
donde ubicaremos a las crías, en él no deberá oírse a los adultos, será un
lugar tranquilo, libre de cambios bruscos de temperatura, estará bien ventilado
y tendrá luz natural, cuya intensidad podremos regular, a través de toldos,
persianas, cortinas, etc., en atención a las necesidades del tipo de canto de
nuestros canarios o de cómo discurra su evolución; además, si podemos,
colocaremos un aparato de música conectado a un temporizador para dificultar
que nuestros canarios puedan centrarse en la audición de los cantos procedentes
del resto de voladeros o de los provenientes de fuera del criadero (pájaros de
los vecinos o silvestres, como por ejemplo los estorninos).
Javier Duran Pérez javier@canariostimbrados.es
Miguel Angel Obeso miguelobeso@hotmail.com